Muchos hombres de las comunidades rurales del norte de Nicaragua rechazaban que las mujeres gestionaran los sistemas de agua, aunque eran ellas las que tenían que recorrer muchos kilómetros para conseguirla. Con apoyo del Gobierno de Nicaragua y la Cooperación Española esto está cambiando.
Gracias a dos programas del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento en el norte de Nicaragua, las mujeres están empezando a compartir la gestión del agua y son presidentas, tesoreras y hasta fontaneras del sistema de agua. No sólo usuarios. Las participantes de este proyecto cuentan con humor y mucho orgullo cómo se ha producido este cambio.