El taller ‘Normatividad Regional de Vertidos y Tratamiento de Aguas Residuales’ tuvo lugar del 21 al 23 de junio; fueron cuatro jornadas en las que se desarrollaron temas como: ‘Tipos de normas y problemáticas generales en el tratamiento y vertido de aguas residuales’, ‘El reto de alcanzar los ODS’ y la ‘Importancia de un marco normativo adecuado’, entre otros. El evento, incluido en el Plan Iberoamericano de Formación de la CODIA, fue orquestado por la AECID en colaboración con el FCAS y el CEDEX.
El objetivo principal de esta actividad fue tratar de adecuar dichas normativas a las necesidades reales que presenta cada país de la región; el taller pretendió impulsar la estrategia, mediante la presentación de distintas ponencias acerca de la importancia de alcanzar los ODS en el marco del agua y el saneamiento, la estructuración de las distintas tipologías de normas en la región, así como el análisis de las problemáticas comunes que estas presentan.
César Calderón, especialista en Hidráulica del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) fue parte del plantel docente durante la segunda jornada del curso; habló acerca de los ‘Parámetros de calidad del agua: Incidencias y efectos’ y fue complementado con un espacio de debate para conocer las diferentes perspectivas y preocupaciones de los asistentes al curso.
Por otro lado, Ricardo Serrano, Asesor Legal del Departamento de Control y Monitoreo del Recurso Hídrico del Ministerio de Agua y Recursos Naturales de Guatemala (MARN), intervino durante la tercera y última jornada; su disertación permitió conocer la situación actual y los puntos de mejora del país, y comentó aspectos relevante de la normativa de vertidos en Guatemala y las principales cuestiones a revisar.
El curso finalizó con el intercambio de experiencias de los participantes, que proporcionó un vistazo acerca de la situación de las normativas y desafíos de los países de América Latina y el Caribe; intercambiaron ideas y lecciones aprendidas, y a partir de ello, ese elaboró una serie de pasos a seguir para su implementación correspondiente.
Esta actividad está alineada al ODS 6 y responde directamente a la meta 6.3, que pretende ‘mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, eliminando el vertimiento y minimizando la emisión de productos químicos y materiales peligrosos, reduciendo a la mitad el porcentaje de aguas residuales sin tratar y aumentando considerablemente el reciclado y la reutilización sin riesgos a nivel mundial’